Comenzamos esta semana con el particular cambio en nuestros relojes propio del horario de invierno. Un acto que se realiza exclusivamente para ahorrar energía, concretamente la empleada en iluminación; aunque son muchos los que discrepan de su utilidad y cuesta mucho encontrar datos fiables y actualizados de este supuesto.

Uno de los principales objetivos del cambio horario es aprovechar la iluminación matinal, puesto que nuestro cuerpo se activa con la luz. En la oscuridad del invierno, ver la luz que entra por una claraboya al interior de tu casa puede ser una terapia muy relajante.

Nuestras claraboyas proporcionan luminosidad a tu entorno, algo fundamental, ya que esta luz regula múltiples procesos fisiológicos, repercute en tu estado de ánimo, en la capacidad de concentración, o en las habilidades ejecutivas.

Un estudio realizado por el departamento de Neurología de la Universidad Northwestern en Chicago concluye que la falta de luz solar puede afectar a la calidad de sueño.

El departamento de Neurología de la Universidad Northwestern en Chicago analizó a diversas personas que realizaban su trabajo en oficinas sin ventanas o con escasez de luz natural, frente a otras personas que realizaban su actividad en lugares que les permitían la exposición a la luz solar durante el día. Los trabajadores sin exposición a luz solar durmieron peor y por un periodo más corto que las personas que realizaron su trabajo en oficinas donde recibían el impacto de la luz natural.

Una claraboya es como una ventana en el techo, que te proporciona luz extra en cualquier habitación, como un sustituto de la iluminación artificial durante todo el día.

Además, la luz del día no sólo será de gran ayuda para nuestro bienestar psicológico, sino que también puede ser utilizada como parte de una estrategia de diseño para ganar sensación de espacio en cualquier estancia; algo que al final también nos ayuda a sentirnos más libres. Así, las claraboyas se emplean a menudo para mejorar la iluminación de las habitaciones y para ampliar los espacio reducidos.

¿Sabías qué...? Los malagueños disfrutan al año de casi 3.000 horas de luz solar, una cifra casi incomparable con el resto de territorio español, convirtiendo a Málaga en un lugar único con un clima excelente. ¡Aprovéchalo al máximo con nuestras claraboyas!

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